18 de noviembre de 2023

War Games (1983) - [🎬 Cine y ciencia]


"War Games" es una película de 1983 que hace gala del más puro estilo ochentero, en una historia que combina el miedo a la destrucción nuclear y la constante tensión de la Guerra Fría, el cada vez mayor interés por la informática, tecnología que aún se muestra en pantalla como un montón de interruptores y bombillas que se apagan y encienden, y la presencia de unos chavales que son a la vez parte y solución del problema que articula el argumento de la historia.

Sin hacer mucho destripe (no más que el que hace el tráiler a continuación), la premisa de la película nos muestra cómo el departamento de defensa de los Estados Unidos ha delegado el control de su sistema de respuesta ante ataques nucleares a una inteligencia artificial que sería capaz de evaluar el riesgo existente en cada momento, para así poder responder como si de un juego se tratase.

Nuestro protagonista, David Lightman, es un chaval de instituto con inquietudes por la informática y la cacharrería de su tiempo, que lo mismo se conecta al ordenador del instituto para cambiarse las notas, que intenta conectarse a los ordenadores de una empresa de videojuegos para poder jugar "de gratis" sin pasar por caja. Es en este intento en el que se conecta por error a los sistemas que controlan el programa de seguridad nuclear, y sin saber el alcance de lo que está haciendo, comienza a "jugar".


No había visto esta película hasta hoy (40 años después de su estreno). Puedo poner como excusa que la película es más vieja que yo (lo cual es verdad), y que si bien la tenía en mi lista de "películas que ver", la falta de tiempo y la ingente cantidad de entretenimiento audiovisual me ha retenido de verla hasta ahora.

La perspectiva actual (y el rigor y criticidad que hay que evitar a la hora de evaluar los guiones de cine) te deja más que clara la imposibilidad de que un adolescente pudiera ser capaz de penetrar en los sistemas del gobierno, o que directamente uno de los organismos del mundo que más gaste en términos de seguridad pudiera ser tan vulnerable (démosle el beneficio de la duda al guion en aras de poder construir un buen argumento para la historia). A pesar de ello, sí que sigue estando vigente en cuanto a cuestiones éticas que hemos de tener presentes en tanto que la tecnología tiene cada vez mayor protagonismo en nuestras vidas, cosa que podemos apreciar cada día más con la incipiente presencia de las inteligencias artificiales que parecen ser capaces de realizar cada vez más cosas.

Los siguientes interrogantes surgen rápidamente al hacer una breve reflexión sobre la película:

  • ¿Hemos de delegar toda responsabilidad en la toma de decisiones a unos algoritmos que en ocasiones actúan de un modo tan opaco que no permite entender el criterio adoptado para la decisión tomada?
  • ¿Hasta qué punto han de fijarse unos patrones éticos para la implementación y uso de algoritmos de decisión o inteligencias artificiales?
  • ¿Son realmente inteligentes estos sistemas?
  • ¿Debe la tecnología ser un mero apoyo y soporte para una acción últimamente humana, o hemos de delegar toda la responsabilidad a la máquina independientemente de la tarea a realizar?
  • ¿Estaríamos abandonando voluntariamente nuestra identidad como humanos en tanto que más delegación de atribuciones depositemos en la tecnología?

Espero que nadie me malinterprete como un ludita respecto a la tecnología. Para nada, soy firme defensor de que gracias a la tecnología (y la ciencia en general) vivimos más y mejor, pero también hemos de ser conscientes de toda la raigambre propiamente humana que una máquina no puede atender ni entender. 

A veces me da la sensación de que nuestra sociedad de hoy, tan marcada por la búsqueda del placer inmediato, estaría en ocasiones dispuesta a desentenderse de sí misma y sus responsabilidades como especie si a cambio tenemos una herramienta que haga el trabajo por nosotros: escriba nuestros ensayos para clase (sin que luego revisemos si el resultado es realmente de calidad o no), ilustre nuestros contenidos audiovisuales (sin que reparemos en si el cómo se ha llegado a dicha imagen pueda haberse pasado por el forro los derechos de autoría de la obra de aquellos a los que ha plagiado para darnos resultado), o que elija por nosotros la película que ver a continuación (después de tanto tiempo reclamando la posibilidad de poder elegir qué ver, cuando por fin la tenemos dejamos que sea la plataforma la que nos diga que producto consumir, como cuando era la televisión lineal la que te daba la única opción disponible).

Puede que sean ejemplos tontos, pero la implicación a nivel social de ciertos aspectos de esta índole son importantes. No ya el caso extremo que nos muestra la película, donde se da la situación de que pueda detonarse la tercera guerra mundial por culpa de un sistema que funcione erróneamente y que muestra evidentes problemas de seguridad; pero si nos centramos en una escala más pequeña, propia de nuestro día a día, nuestra vida está siendo sesgada sin que nos demos cuenta, y como planteaba en una de esas preguntas que me surgían tras ver la película, quizá estemos abandonando nuestra humanidad en pos de las inteligencias artificiales, y lo hacemos sin ser conscientes de ello. Lo bueno es que de momento tenemos capacidad de tomar acción y decidir qué y cómo queremos actuar al respecto.

En un momento de la película, en el que hay que tomar una decisión en base a lo que el programa determina como un factor de riesgo inminente, se realiza la siguiente afirmación:

"You are listening to a machine. Do the world a favor and don't act like one"

Que bien podría ser una reflexión genérica ante todo este dilema. Seamos humanos. Usemos la tecnología, sí; aprovechémonos de sus beneficios y ventajas, sí; pero seamos humanos tanto en los objetivos a los que sometemos estos avances como con las consecuencias de los resultados que de ellos se obtienen.

Para dar cierre a esta divagación, la siguiente conferencia de Javier Fernández Panadero dentro del circuito de charlas de Naukas, y que se titula "La IA y tú", es una magnífica pieza donde realiza una reflexión bastante mejor elaborada que el barrunte de opinión que me acabas de leer a mí.

Quizá, en este juego sin fin donde se da la dicotomía de hasta qué punto delegar en la tecnología y hasta qué punto tomar las riendas, no sea el juego que queramos jugar, y tengamos que replantear el tablero y las reglas del mismo

"A strange game, the only winning move is not to play"

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Nota curiosa: existe un perfil de LinkedIn de Stephen Falken, la persona detrás del programa protagonista de nuestra película. Más allá de la curiosidad, abre otro punto de duda y cuestionamiento: ¿hasta qué punto somos conscientes de la cantidad de información falsa que existe en internet? Para otro día.


27 de octubre de 2023

Historia mínima del Cosmos - Manuel Toharia (2015)


Título: Historia mínima del Cosmos
Autor: Manuel Toharia
Año: 2015
Páginas: 300
Editorial: Turner
ISBN: 9788416354023
En esta obra, el físico, divulgador y otrora 'hombre del tiempo' Manuel Toharia realiza un recorrido breve, pero ilustrativo, de cómo ha sido la evolución del universo y del ser humano como especie inteligente dentro de él. Como reza el propio subtítulo del libro: “La historia de todo lo que existe, desde el Big Bang a hoy, y cómo lo hemos sabido”.

Y es que en efecto, a lo largo de las cuatro secciones en que se divide, consigue ponernos en la piel de aquellos primeros seres humanos que, mirando a las estrellas se preguntaron que qué narices era todo aquello; recorriendo el paso del tiempo desde su mismo origen hasta el día de hoy, en que hemos llegado a aventurar lo que ocurrió en aquel lejano principio, y abrimos una ventana de posibilidades a lo que podrá venir en el futuro.

Mi recomendación ya de antemano es la de que merece mucho la pena inmiscuirse en sus páginas, pero para aquellos que tengan la duda, o simplemente quieran saber con un poquito de detalle los diferentes puntos que se tratan, a continuación os hago un breve comentario del índice de temas del mismo:

Primera parte: cosmogonías

1. Mirar al cielo
2. Cosmogonías
3. Los primeros intentos
4. Grecia clásica
5. Oscurantismo medieval

En esta primera parte ya se nos plantea desde un principio la distinción entre cosmogonías y cosmología. Ambas pretenden explicar el origen del mundo, solo que mientras que las primeras se basan en mitos y leyendas que en muchas ocasiones recurren a entidades sobrenaturales para dar cuenta de sus explicaciones, la segunda tiene sus cimientos asentados en el conocimiento científico.

Y es que, si bien no lo consideraríamos ciencia con la perspectiva actual, en la antigua Grecia ya hubo pensadores que se salieron de esa tónica mitológica para la explicación, e intentaron dar una justificación a lo que veían mediante cosas tangibles, como los distintos elementos que de hecho podían palpar y las transformaciones que éstos sufrían.

Pero, y mal que nos pese, estos avances se vieron lastrados con la aparición de una nueva visión cosmogónica, o mejor dicho, teogónica. Con la institucionalización de las tres grandes religiones monoteístas y las iglesias monopolizadoras de todo lo que ocurría en el mundo terrenal (en particular, la Iglesia Católica), la versión oficial quedaba claramente marcada y acotada, y ojo con quien pretendiera salirse de ahí.

Segunda parte: nace la cosmología

  6. Cosmogonías y cosmología
  7. Copérnico
  8. La Iglesia contraataca
  9. Por fin, Galileo
10. Newton (y Kant)
11. La Enciclopedia

Decía que ojito con salirse del linde demarcado por la Iglesia Católica, ya que la historia nos ha mostrado más de una vez lo que puede suponer enfrentarse al dogma establecido por la ideología dominante. Es en esta tesitura donde personas como Copérnico, Bruno, Kepler y Galileo dieron a conocer sus estudios acerca de los cielos, y sus conclusiones que plantean que quizá no todo giraba en torno a la Tierra (ni en consecuencia en torno al ser humano), sino que por lo menos éramos nosotros los que rotábamos, como cualquier otro planeta de nuestro sistema, en torno al Sol.

Como decía, semejantes aseveraciones en aquel contexto no eran baladíes, y para muestra la reticencia de Copérnico a publicar, la cremación en vivo de Giordano Bruno o el arresto domiciliario de Galileo. Y sin embargo, la Tierra se movía y giraba como bien tuvo a explicar Newton (que se movía, porque los motivos de por qué lo hacía no eran hipótesis que el británico estuviese dispuesto a afrontar).

Lo que sí era claro, es que gracias a este periodo (en ocasiones mal llamado “Revolución Científica”) se dio un vuelco a la concepción que se tenía del mundo y del modo de acercarnos a su conocimiento.

Tercera parte: del Big Bang a hoy

12. Los tres primeros minutos del cosmos
13. Galaxias, estrellas… y el Sol

En esta tercera parte damos un salto desde esa sociedad que estaba empezando a abrir su mente al conocimiento (o más bien, acallando las imposiciones eclesiales) para ir a lo más lejos que nuestra mente ha alcanzado a llegar. Al mismísimo comienzo de todo, donde gracias a los avances en cosmología (detonados por la Teoría de la Relatividad de Einstein) hemos conseguido plantear una serie de conocimientos acerca del génesis de la propia materia que compone nuestra realidad, y de cómo ésta fue evolucionando hasta dar lugar a galaxias y estrellas, entre ellas nuestro Sol, que en cierto modo es la madre de todos nosotros.

Cuarta parte: la vida, la inteligencia, el futuro

14. La Tierra, desde hace 4500 millones de años
15. ¿Qué nos depara el futuro?

Aprendemos aquí que, una vez que la Tierra tuvo bien a ser una más entre los planetas que serán sus hermanos, la madre que es el Sol proporcionará la energía necesaria para que la vida pueda tener lugar en ella. Desde la formación de los primeros microorganismos hasta la evolución de las diferentes especies, siendo una de ellas la nuestra. Especie la nuestra un tanto particular, ya que tenemos ese matiz especial que venimos a llamar inteligencia, y que nos diferencia del resto de especies que pueblan el planeta. Si bien el resto de ellas están mejor capacitadas que nosotros para prácticamente todo, gracias a la inteligencia hemos sido capaces de suplir esas carencias y avanzar de una manera sorprendente, siendo incluso capaces de transformar el mundo en que vivimos hasta el punto de ponerlo en peligro (aunque lo que realmente está en peligro es nuestro destino, no el de la Tierra, cuya principal preocupación habría de ser la que determine el Sol en el momento en que “se le termine el combustible” y empiece el show estelar que ya hemos podido apreciar en otras estrellas).

En este punto, se centra Toharia (y a muy buen juicio) en valorar la repercusión que la inteligencia humana tiene para con el mundo y para con nosotros mismos como especie, donde hemos conseguido consolidarnos como la “especie dominante”. Lo que sigue es una cita textual del libro a dicho respecto, que me ha gustado especialmente.

“Sin duda, el desarrollo económico ha generado un despliegue impresionante de los conocimientos científicos y tecnológicos que ha acabado por repercutir positivamente sobre la salud de las poblaciones, incrementando la supervivencia de los recién nacidos y los niños, y disminuyendo la mortalidad general. Los seres humanos -todos, sin excepción, aunque los ricos muchísimos y los pobres muy poco- vivimos cada vez más. Y por tanto la población crece aún más. No es que hayamos comenzado a reproducirnos como conejos, sino que estamos dejando de morirnos como moscas”.

Esa capacidad que es la inteligencia puede verse tanto como una bendición como una maldición, ya que la cosas que nos ha permitido alcanzar, y todo lo que con ello hemos logrado, nos está abocando a un proceso que roza la irreversibilidad y que, si no mediamos en él, podría ser el causante de nuestra propia extinción.

De entre las posibles cosas que nos depara el futuro que se comentan al final del libro, es ésta la que a mi juicio es más importante. Lo podemos tener todo, inventar lo ininventable y conseguir lo inconseguible; pero si no miramos a nuestro alrededor y cuidamos el suelo en que vivimos, de poco nos servirán tales hazañas.


29 de septiembre de 2023

Alternative Math - David Maddox & Malcolm Morrison - [🎬 Cine y ciencia]

¿Existen realmente los quarks?. ¿Cómo hemos de interpretar la mecánica cuántica?. ¿Existe una correspondencia real entre los postulados de las teorías científicas y el mundo real que describen?.

Tanto desde la filosofía de la ciencia como entre los propios científicos existen debates y discusiones acerca de cómo entender la ciencia, y aunque algún día se llegue a un consenso sobre estos temas, siempre quedará algún fleco suelto o se abrirá alguna nueva línea de debate que le de vidilla al asunto.

Ahora bien, en lo que todos sí estaremos de acuerdo es en la exactitud de disciplinas como la lógica o las matemáticas, conocidas también como 'ciencias formales', ya que estudian elementos abstractos con sus lenguajes, aximoas y reglas de inferencia que luego podrán ser utilizados para generar debates como los comentados al principio. Estos objetos y la interrelación entre ellos estaría, en principio, libre de toda disputa en cuanto a su veracidad, porque nadie va a dudar ahora de que dos más dos sea igual a cuatro, ¿verdad?.

... ¿verdad?

En este corto, "Alternative Math", sus autores, David Maddox y Malcolm Morrison plantean una curiosa situación en torno a esta sencilla operación arimética (y de paso se abre otro punto de reflexión acerca de la potestad de los padres a entrometerse en el currículo educativo y en lo que se enseña o no a sus hijos):


Si quieres darle un poco al coco sobre las matemáticas y la idiosincracia de las mismas, te dejo este vídeo donde tres personas que saben mucho divagan acerca de cómo hemos llegado al conocimiento de las matemáticas.

6 de febrero de 2023

Serenade (Steve Miller Band) // Llamando a la Tierra (M Clan) - [🎵 Música y ciencia]

Explorar el universo, viajar a la estrellas, preguntarnos qué habrá ahí arriba. La astronomía ha fascinado al ser humano desde que tiene capacidad para asombrarse, y prueba de ello son la gran cantidad de mitos al respecto que existen, así como toda la ciencia que se generó en cuanto al estudio del cosmos en las civilizaciones antiguas, y lo que ha evolucionado la misma hasta nuestros días.
Hoy, ración doble de temas (la original y una versión) que nos cantan acerca del universo y los viajes de exploración a través del espacio.

 

🎵 Serenade
👥 Steve Miller Band
💿 Fly like an eagle (1976)

Did you see the lights
as they fell all around you?
Did you hear the music,
a serenade from the stars?
Wake up, wake up
Wake up and look around you
We're lost in space
and the time is our own
Whoah
Whoah
Ah 

Did you feel the wind
as it blew all around you?
Did you feel the love
that was in the air?
Wake up, wake up
Wake up and look around you
We're lost in space
and the time is our own
Whoah
Whoah
Ah

The Sun comes up
And it shines all around you
You're lost in space
And the Earth is your own
Whoah
Whoah
Whoah
Whoah


🎵 Llamando a la Tierra
👥 M Clan
💿 Usar y tirar (1999)

He visto una luz,
hace tiempo Venus se apagó.
He visto morir
una estrella en el cielo de Orión.
No hay señal,
no hay señal de vida humana y yo
perdido en el tiempo,
perdido en otra dimensión.
Oh, oh oh, oh ah

Soy el capitán,
de la nave tengo el control;
llamando a la Tierra
esperando contestación.
Soy un cow boy
del espacio azul eléctrico.
A dos mil millones de años luz
de mi casa estoy.
Oh, oh oh, oh ah

Quisiera volver,
no termina nunca esta misión.
Me acuerdo de ti
como un cuento de ciencia ficción.
No estoy tan mal,
juego al poker con mi ordenador.
Se pasan los días,
no hay noticias desde la estación
Oh, oh oh, oh ah